miércoles, 1 de diciembre de 2010

PREVIA RESEÑA ACERCA DE LA RADEPA

Las fuerzas armadas revelan de un modo intenso lo que de modo extenso existe en la sociedad. Se concentra en la institución militar toda la forma contradictoria de ser de las naciones y sus pueblos. De ahí que, lejos que la política quede suprimida en las fuerzas armadas, se convierten éstas en el escenario propio de la lucha política. La institución militar contiene, de ese modo, una determinada razón de Estado, por la que está compelida a reproducir la sociedad por vía de la coerción, pero contiene al mismo tiempo la posibilidad de su propia negación: la negación de un orden social basado en la explotación económica, el saqueo nacional y la anulación de las libertades democráticas.
Si en algún acontecimiento debe buscarse el origen de la conciencia nacional antioligárquica, este sería la Guerra del Chaco. El latifundio y la gran minería, como sustrato del poder oligárquico, comprobaron en la derrota del Chaco, su total fracaso en la construcción de un Estado nacional moderno. El país no había vivido hasta ese momento un proceso de democratización burguesa que unificara a la nación. La lógica de la acumulación oligárquica tenía un simple sentido externo. Los barones del estaño fueron burgueses en un sentido extranacional del término, pero no eran burgueses hacia adentro, portadores de un proyecto nacional.
El Chaco es el escenario del gran desengaño liberal y el inicio del derrumbe como ideología dominante en la sociedad boliviana. Sus efectos en la conciencia de quienes libraron la guerra como tal, es decir, jóvenes oficiales, suboficiales y tropa obrera y campesina, fueron tan grandes que puede hablarse aquí de la guerra como momento que inicia la desagregación de la sociedad señorial y atrasada y, simultáneamente, como momento constitutivo de la nación o, al menos, de la guerra como generadora de sus elementos subjetivos.
Si bien la tragedia del Chaco tuvo una profunda repercusión en toda la sociedad, es en la institución militar que tal hecho asume de veras la modalidad de un Estado que iniciaba su irremediable decadencia para concluir, luego, con su derrumbe en la revolución nacional de abril del 52.
Los jóvenes oficiales (tenientes y subtenientes), sobre quienes recayó el mayor peso de la guerra, generaron un cuestionamiento interno que partiendo del análisis de la guerra en sí, concluye en el análisis de la sociedad boliviana, en su crítica a la forma como ésta se había construido y moldeado.
El primer elemento visible de la acción y crítica de esta nueva generación de oficiales fue la creación de una logia militar secreta, denominada “Razón de Patria” (RADEPA). Fundada por oficiales prisioneros de guerra en Campo Grande, suburbio de Asunción del Paraguay, aglutinó pronto el descontento militar generacional, para rematar luego en su definición ideológica como nacionalista y antioligárquica.
La primera incursión directa de RADEPA en la escena política del país se produce como consecuencia de la conspiración antioligárquica de 1943 que encumbra al mayor Gualberto Villarroel, su más connotado representante, al gobierno. Con un golpe militar perfectamente elaborado y con la participación decisiva de civiles nacionalistas (militantes del MNR) se inició un proceso que aunque carecía de un horizonte histórico claro, asumió medidas moderadamente antioligárquicas. Pero, lo que es más importante, permitió que sectores sociales antes marginados de la vida política del país empezaran a gestar sus propios organismos de representación y aglutinamiento solidario. Se celebra así el Primer Congreso Indígena y se funda la Federación de Mineros de Bolivia. La conspiración nacionalista había creado el espacio propicio para la organización de un nuevo torrente de clases sociales, que no estallaría sino con la insurrección popular de 1952.
El programa de RADEPA ratifica su posición antioligárquica, pero es sobre todo destacable la noción que esta corriente militar tiene respecto de la función del ejército y las características de la defensa nacional
“Vayamos a las fronteras, asegurémoslas y, una vez encarado el problema técnico, dediquemos al ejército a la función social, a los trabajos de vialidad, comunicación, agricultura, construcciones, control aduanero, etc., a fin de desterrar definitivamente el parasitismo haciéndolo un instrumento de beneficio colectivo”
Luego del colgamiento de Villarroel en 1946 por acción de la oligarquía, y la depuración de oficiales nacionalistas de la institución militar, estaba claro que tal papel del ejército sólo se daría como consecuencia y a condición de la modificación mismo de la naturaleza del Estado oligárquico.

LA CENSURA

La censura, según el DRAE, es la intervención que practica el censor en el contenido o en la forma de una obra atendiendo a razones ideológicas, morales o políticas. La censura es el poder que ejerce el estado, persona o grupo influyente para prohibir, la difusión a un estadio público, de una noticia, de un libro, de una película o de algún documento, a través y con el cual se pueda atentar contra la estabilidad de la persona o grupo, su subsistencia e incluso directamente contra su existencia.
A continuación retomaremos algunos conceptos de Christian Metz en “El decir y lo dicho en cine”. En su trabajo Metz nos brinda una clasificación clara sobre los tipos de censura que se identifican en el cinematógrafo a la hora de realizar un film. Sin embargo, estas categorías pueden extenderse a nuestro trabajo en particular o la censura que sufrió la historia latinoamericana.
Por un lado, nos presenta a la Censura Institucional, que también se diferencia en dos: Censura Política y Censura Económica.
La Censura Política refiere a la mutilación de los contenidos y ataca la difusión. Dicho de otra forma, este tipo de censura es explicita y se aplica directamente al film o al hecho histórico. Un ejemplo de ello serían la Dictaduras.

En segundo lugar, la Censura económica remite a las limitaciones del presupuesto y la escasez de recursos para tratar determinado tema.

Por otro lado, la Censura del verosímil no es externa al individuo por lo contrario es interna. La censura ideológica y moral, no emana de las instituciones sino de la interiorización abusiva de esas instituciones por parte del individuo.

Según el nivel, esas tres censuras se ordenan en un escalonamiento natural de gran eficacia restrictiva: la censura propiamente dicha mutila la difusión, la censura económica mutila la producción y la censura ideológica mutila la invención.

En nuestro caso todo lo que respecta a la logia militar llamada RadePa, y para citar otro ejemplo muy relacionado al tema también es la realización de la película Guerra del chaco (en este caso se trata de censura política y censura del verosímil, por parte del cineasta).

RadePa sufrió la censura política tanto por los gobiernos de su tiempo, por la lucha de intereses, que intentaron desvirtuarla de cualquier modo, mediante falsificaciones, acusaciones, catalogaciones y anexiones con distintas organizaciones contrarias a estos gobiernos.

Censura del verisímil: sus propios integrantes desde adentro de la misma organización tomaban decisiones para evitar la difusión explicita de sus principios como organización; también en el hecho de ser secreta.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

CENSURA A LA RADEPA

Como se mencionó anteriormente, el fundador de la RadePa fue el Teniente Elías Belmonte Pavón y sus principales integrantes fueron: el Capitán Francisco Barrero, el Capitán Guadalberto Villarroel, el Capitán Alfredo Pacheco, el Teniente Bilbao Jaime y el Mayor Escobar.
Aunque esta organización nunca se dio a conocer públicamente, La primera incursión de la RadePa en la escena política tuvo lugar en 1943, producto de una conspiración antioligárquica encabezada por el Mayor Gualberto Villarroel, ayudado por el General Pedro Pablo Ramírez, Presidente de Facto de Argentina y militantes del Movimiento Nacionalista Revolucionario. A consecuencia de esto, fue depuesto el presidente Peñaranda y fue el mismo Villarroel quién asumió la primera magistratura del país el 20 de diciembre de ese mismo año.
La RadePa agrupó el descontento militar generacional, para rematar luego en su definición ideológica como nacionalista y antioligárquica. Con la organización de esta logia militar secreta, se contravenían en esencia las razones de verticalidad, apoliticismo y disciplina del ejército oligárquico.
La función básica de Razón de Patria era controlar los actos del gobierno boliviano y de sus colaboradores, las instituciones y los individuos, interviniendo enérgicamente cuando sea necesario. Y sus aspiraciones políticas eran neutralizar la opresión divisionista en clases, grupos de explotadores y explotados y otras hostilidades que atentan a la unidad nacional. Controlando los partidos políticos, orientándolos al servicio a la patria y eliminando a los de tendencia internacionalizante que difundan ideas o doctrinas anarquizantes.
Por otro lado, la crítica alega que "los principios radepistas concuerdan plenamente con el carácter de la organización que es secreta, autoritaria y rigurosamente jerarquizada. La Radepa se coloca por encima de "todas las hostilidades" sociales y pretende "neutralizar" la lucha de clases entre explotadores y explotados. En este punto aparece con toda nitidez el espíritu anti-marxista y profundamente reaccionario de la "logia". Empero la idea de "controlar los actos del gobierno", la proclamación de propósitos tendientes a "intervenir enérgicamente cuando sea necesario", configuran plenamente la semblanza de Radepa como un claro embrión fascista". (Echazú Alvarado;Jorge. EL MOVIMIENTO NACIONALISTA REVOLUCIONARIO, Cuadernos de Liberación, No. 14. La Paz, enero 2007)
A través de las medidas que aplicó la RadePa, sectores sociales antes marginados de la vida política empezaron a gestar sus propios organismos de representación. Esto creó el espacio propicio para la organización de un nuevo torrente de clases sociales y finalmente la liberación social de campesinos y originarios. Por esa razón, el MNR (Movimiento Nacional Revolucionario) y la RadePa recibieron mucho apoyo popular, en especial por la defensa de los recursos naturales, para impedir que cayeran bajo el control extranjero.
Las potencias internacionales no demoraron en manifestar su malestar por las políticas implementadas. Acusaron a la RadePa de tener influencias antisemitas y Estados Unidos que insistió en que el MNR tenía influencias del Partido Nacionalsocialista alemán. Por su parte, la logia afirmó que “La revolución boliviana en plena guerra resonó como un escándalo y atrajo sobre ella el anatema de los poderes plutocráticos. La serpiente imperialista pisada apenas en la cola se volvió hacia la revolución para estrangularía” (Augusto Céspedes; EL PRESIDENTE COLGADO, Editorial Universitaria de Buenos Aires, 1975)
Es muy sugestivo que Céspedes compare a los EE.UU, Inglaterra y sus aliados con una serpiente, porque en tiempos de la guerra mundial era muy corriente representar al nazismo alemán, al fascismo italiano y al militarismo japonés con sendas serpientes atacando a los pueblos.
Finalmente, podemos afirmar que es escasa la información y pocos son los detalles que se conocen de esta logia tanto en ámbitos académicos como no académicos. Esta organización es ignorada junto con muchos otros sucesos importantes de la historia latinoamericana.
En su momento como es previsible cuando dos intereses contrapuestos chocan se genera todo tipo de censura, eso fue lo que paso por un lado desde la misma organización, se escondieron todo tipo de datos de sus alianzas. En el golpe al presidente Peñaranda la Radepa (antes solo era simbolizada y conocida por sus integrantes por “xx”) se alió con varios civiles, entre ellos Víctor Paz Estenssoro y la logia civil Estrella de Hierro. Otro caso de censura importante en este choque fue la acusación que EE.UU. hizo al MNR, en su revolución, al ligarlo con el Nacionalsocialismo Alemán y etiquetarlo de fascista, sin muchas pruebas, debido tal vez a su hegemonía amenazada.
Con la intención de anexarlo al nacionalsocialismo, los países opositores a esta logia fraguaron una carta falsa de Belmonte dirigida al ministro alemán en Bolivia (fuente “El nacionalismo en Bolivia de la pre y posguerra del Chaco, 1910-1945” pag 167 y 168. Escrito por Irma Lorini, Google books). Este es un dato claro de censura.
La censura a esta organización (RadePa) se hace tan visible en los archivos históricos como también en la poca información publicada por todos los medios. Fue tal que entre los golpes de estado en ese momento histórico hubo muertes de personajes importantes nunca esclarecidos, tal es así el caso del presidente golpista Germán Busch Becerra. Su muerte fue catalogada como suicidio, pero sin investigación previa.
La desinformación de un tema tan importante como lo es este hecho histórico latinoamericano, es demasiado desmedida. Las únicas fuentes que quedan son la eterna pelea entre los partidarios de los principios de esta organización y el partido político MNR contra los que critican a todo lo generado por la logia, sin hacer juicios de valor. Entre toda la información que recopilamos para realizar este trabajo solo nos encontramos más que todo con esas dos posiciones. los que mitifican a la logia y los otros que hacen una lectura de todos los documentos de la organización, como si dentro de ellos hubieran mensajes subliminales que pudiesen encontrar.

RADEPA EN LA ACTUALIDAD: CONCLUSIÓN

En un escrito propio de la logia, RadePa declaraba: “Vayamos a las fronteras, asegurémoslas y una vez encarado el problema técnico dediquemos al ejército a la función social, a los trabajos de vialidad, comunicación, agricultura, construcciones, control aduanero, etc., a fin de desterrar definitivamente el parasitismo haciéndolo un instrumento de beneficio colectivo…conscientes de nuestra misión patriótica, démosle (al ejército) una función técnico-social y productiva”.
En 2008, el presidente boliviano Evo Morales lanzó un plan de Desarrollo Integral Nacional y Acelerado (DINAC) que tenía como máximo objetivo aumentar el PBI nacional al 10% anual. La estrategia fue, entonces, poner al servicio de los campesinos toda la ingeniería de las FF.AA.: ya sea para mejorar semillas, hacer caminos, pozos de agua, represas o conexiones eléctricas, como para colaborar en el trabajo de la tierra, de la siembra, de la cosecha y hasta incluso de la gerencia moderna (productividad, competitividad y búsqueda de mercados locales y externos). Además, los mismos cuarteles tendrían que producir alimentos entrenando en tecnologías de producción a los soldados del país.
Así, con las políticas de Estado promovidas por el gobierno moralista, pareciera que la memoria de la RadePa estuviera siendo limpiada, dándole a las fuerzas armadas el rol por el que ellos tanto lucharon, a pesar de sus fuertes contradicciones. Además hoy en día gran parte de la población boliviana tiene un sentimiento nacionalista muy arraigado a su país, a sus recursos naturales y su cultura por sobre todas las cosas.

ENTREVISTA

lunes, 8 de noviembre de 2010

Enrique Peñaranda

Víctor Paz Estenssoro

Gualberto Villaroel